Hoy tenemos con nosotros a Julián Gutiérrez, empresario y escritor.
Ha sido director general de grandes corporaciones y formador de equipos de alto rendimiento en situaciones de conflicto y alta tensión.
Una de sus grandes pasiones es escribir y lo demuestra con nada menos que 17 libros publicados sobre viajes, management, liderazgo y negociación.
Su último libro, 40 noches en el desierto, publicado hace tan solo unos meses, es diferente a todos los demás y muy personal.
En este viaje por el desierto Julián conoce a un beduino del Sahara llamado Z’Geurt y durante 40 noches reflexionarán sobre la vida, la muerte, el liderazgo, el poder, la supervivencia, la maldad y la estupidez.
Nos preocupamos mucho de tener, aparentar y nos olvidamos de ser, y eso nos lleva al vacío.
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40 noches en el desierto
Estando en el desierto se llega a entender porqué los grandes profetas se retiraban al desierto, para encontrar su ser y descubrir la verdadera libertad.
Es curioso como países más humildes y con menos recursos son más hospitalarios, y no tienen miedo a dar , y los accidentales no damos ni las gracias, y eso que no cuesta dinero.
Un día Julián empezó a sentirse raro, no sabía que estaba pasando, se sentía como un extraterrestre entre los demás, y decidió tomarse un año sabático que le llevaría al Sahara.
1.- Todo empezó por unas palabras sabias que escuchó decir al sobrino del beduino Z’Geurt. Esas palabras fueron: “A quien tiene poco , solo le queda la calma, pero eso le hace rico por que es dueño del tiempo.
2.- El buen líder es exigente, y exige fortaleza y compromiso a los demás, pero esto no está reñido con saber comprender a quienes le siguen.
3.- Todos formamos parte de la naturaleza aunque hay algunos creen que la naturaleza está a nuestro servicio.
4.- Los seres humanos muchas veces tenemos comportamientos como el Alacrán.
5.- Las mentes más valiosas llevan el desierto consigo.
6.- Hay que saber distinguir entre lo que nos ofrece confort y lo que nos da la felicidad. El confort prolongado es uno de los enemigos más peligrosos.
El confort tampoco significa libertad.
La sonrisa es independiente de la riqueza.
7.- Quien necesita lo que tiene nunca es rico.
8.- La ley del desierto presta más atención a cualidades como el compromiso, y el respeto a la palabra. La palabra es la mejor firma, y más todavía cuando no saben escribir en esas tierras.
9.- Ese cielo estrellado en la soledad del desierto llena y expande el espíritu.
10.- Los comportamientos positivos hacen fuertes a las comunidades pero los negativos como la calumnia las destruyen. Las leyes en el desierto son severas contra la calumnia.
11.- Aunque la maldad sea una estupidez no hay que confundirla con ella. El malo normalmente no es estúpido, sino que sabe aprovecharse de la gran cantidad de estúpidos que nos rodean.
La maldad al igual que la estupidez se cuela por cualquier rendija.
Los pueblos que solo castigan los comportamientos ilegales no van por buen camino.
12.- El aburrimiento no es real, es un espejismo de la pereza.
13.- Pasado, presente y futuro. Vivimos reaccionando al pasado.
14.- La cultura de los beduinos se transmite mucho más por la palabra que por los textos escritos. Son muy importantes los sabios contadores de historias.
15.- No hay sabiduría en las palabras sino en la cabeza de quien las escucha y sabe interpretar.
«Cada día que pasa te das cuenta de que no sabías nada sobre la vida. Y cada día que pasa notas cómo la vida se aleja un paso más de ti » Julián Gutiérrez.
Me encanta esa frase de René Descartes que dice: “Daría todo lo que sé por la mitad de lo que desconozco”. La vida es un continuo aprendizaje.
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Hoy tenemos con nosotros a Julián Gutiérrez, empresario y escritor.
